Iluminando la historia: el Teatro Solís y la masonería

Iluminando la historia: el Teatro Solís y la masonería

La Masonería, desde sus orígenes, ha utilizado la música como marco en sus rituales y como símbolo de la armonía que busca para la sociedad. La Masonería ha tenido presencia en el nacimiento de edificios que impulsan las artes y las ciencias. Con la presente muestra se puede ver la vinculación de masones orientales en la consolidación de este Templo de las Artes como lo es el Teatro Solís.

Desde los primeros tiempos, la música, una de las siete artes liberales, ha tenido una parte importante en ritos y ceremonias cívicas, iniciáticas o religiosas de los pueblos.

Foyer
Recorrido libre: de martes a domingos, de 11 a 20h.
Del 14 al 30 de agosto.

Masonería y Música

 

En la noche del 12 de agosto se realizó la apertura de la muestra "MASONERIA Y MUSICA" en el Foyer del Teatro SOLIS.

En el acto estuvieron presentes la Ministra y la Subsecretaria de Educación y Cultura, la Directora del Teatro SOLIS, las autoridades de la Gran Logia de la Masonería del Uruguay y de la Gran Logia Femenina de Uruguay, representantes de la VI Zona de la Confederación Masónica Interamericana (CMI) e integrantes de ambas Obediencias llegados de todo el país.

La parte oratoria estuvo a cargo de la periodista Andrea Calvete, que dio la bienvenida a los presentes y explicó el motivo y alcance de la muestra, que permanecerá durante el resto del mes de agosto en los horarios habituales del Teatro SOLIS.

En la misma pueden apreciarse muchos elementos de gran valor histórico y simbólico, como ser un Harmonio (similar al que usase Mozart para componer sus obras), detalle de las obras escritas por el Hermano Wolfgang A. Mozart, medallas de las primeras Logias tanto masculinas como femeninas, documentos, mandiles, collarines y medallas de la época de inauguración del Teatro SOLIS.

Se destacan en especial una partitura de "La Flauta Mágica" y un caballete que perteneció al masón Juan Manuel Blanes, en el que se exhibe una pintura del telón de boca del teatro pintada por el referido pintor compatriota.

Se exhiben además elementos descriptivos de la Masonería, sus principios y valores y también un somero detalle de la biografía de nuestro Hermano Mozart.

Además de estar disponible para quienes asistan al teatro SOLIS a ver espectáculos, esta muestra esta abierta a todo publico para que puedan conocer la participación permanente que ha tenido la Masonería en la cultura del país.

A continuación, compartimos el texto leído en el marco de la inauguración de la muestra mencionada.

 

"Autoridades nacionales

Autoridades departamentales

Autoridades masónicas

Señoras y señores

 

Desde siempre el ser humano ha sido asaltado por dudas e inquietudes acerca del mundo que lo rodea y de su lugar en él, del sentido y del devenir de la vida misma.

Desde entonces se ha abocado a buscar y a elaborar respuestas, que con mayor o menor rigor y pretensión de universalidad, satisfagan aquellas inquietudes.

No faltaron los que a lo largo de la Historia pretendieron, a partir de una convicción fuertemente dogmática, sustituir al individuo en esa búsqueda.

Pero siempre hubo espíritus libres que no aceptaron que otros hicieran lo que sólo corresponde hacer a cada persona.

Estos espíritus libres contaron a partir del siglo XVIII con una institución que, además de ofrecerles el ámbito espacial y temporal necesario para procurar realizar esa tarea, los vinculaba a otros individuos imbuidos del mismo afán de búsqueda, que por eso fueron llamados Hermanos.

Una institución que les aseguraba, también, los medios necesarios para realizar el trabajo: un conjunto de símbolos y alegorías que, con su amplitud interpretativa, fomentaba la búsqueda y aseguraba la convivencia de las opiniones diversas.

Por eso, cualquier definición de la Masonería, por más comprensiva y consistente que parezca, seguramente estará acotando y limitando su rico y profundo significado.

Se ha dicho que la Masonería es un proyecto de Fraternidad Universal vivido y desarrollado desde una formación iniciática.

Y porque reconoce que el derecho a la búsqueda de la conciencia individual y al desarrollo de sus potencialidades es inherente al ser humano, desde siempre los masones han trabajado también por una sociedad más libre y más justa, que permita, aún a los no iniciados, alcanzar a su modo ese objetivo.

Ese es, por otra parte, un imperativo de coherencia, por cuanto no es posible dejar de desarrollar en la sociedad, lo que con tanto ahínco los masones buscan y construyen en los templos.

Es, en definitiva, una forma de concretar el aludido proyecto de Fraternidad Universal.

La Gran Logia de la Masonería del Uruguay, fundada en 1856 y con personería jurídica reconocida desde 1882, en tanto parte de la Masonería Universal, está abocada desde siempre a esa tarea.

Lo mismo que la Gran Logia Femenina del Uruguay, fundada y con personería jurídica desde 2007, como culminación del largo proceso de adaptación de la institución masónica, en Uruguay y en el mundo, al creciente papel de la mujer en la sociedad.

Como instituciones representativas del humanismo laico, trabajan por la tolerancia y la paz para consagrar la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad.

La Masonería promueve la libertad de conciencia y la tolerancia ideológica, religiosa y política, propugnando por la prescindencia de toda consideración confe­sional o dogmática en la conducción de los asuntos públicos.

Su objetivo, siempre, ha sido tender puentes para promover la síntesis en los debates y encauzar a la opinión por el amplio cauce de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad.

En ese marco, todas las manifestaciones de la cultura, en tanto producto de la creatividad humana, tienen lugar en la Masonería y son promovidas por ella.

Es por eso que la Gran Logia de la Masonería del Uruguay y la Gran Logia Femenina del Uruguay no dudaron en apoyar al Teatro Solís, en la medida de sus posibilidades, en la puesta en escena de "La Flauta Mágica", obra de W. A Mozart con letra del también masón Emanuel Schikaneder.

La Masonería, desde su origen moderno en 1717, ha contado entre sus integrantes con promotores de las artes, las letras y las ciencias.

Por eso no es extraño que muchos masones contribuyeran a la construcción del Teatro Solís.

El Prof. Mario Dotta, en su libro "Caudillos, Doctores y Masones", dice que, en 1840, durante la presidencia de Fructuoso Rivera, "... se reunieron varios hombres progresistas y resolvieron allegar recursos para la construcción de un gran teatro...".

Esos hombres, que venían reuniéndose desde 1837 en forma provisoria, eran Juan Miguel Martínez, Juan Benito Blanco, Francisco Solano Antuña, Juan Francisco Giró, Ramón Artagaveytia, Vicente Vázquez y Luis Lamas, muchos de ellos integrantes de la masonería.

Para encarar la obra fue contratado el ingeniero y arquitecto italiano Carlos Zucchi, también connotado masón, cuyo proyecto fue a la postre descartado por razones presupuestales pero que fue quien recomendó el lugar de emplazamiento del Teatro Solís.

Según el Prof. Dotta, en el mes de mayo de 1840, la Comisión Censora y Directiva del Teatro, tenía como presidente al masón Francisco Magariños, Venerable Maestro en el año 1830 de la Logia Tolerancia y como secretario a Francisco Acuña de Figueroa, quien pertenecía a la Logia Madre Asilo de la Virtud Nº 1.

Pero el puntapié inicial de la obra fue la constitución el 25 de junio de 1840 de una sociedad empresarial para la construcción de lo que sería el Teatro Solís.

Esta sociedad por acciones estaba dirigida por una directiva integrada entre otros por los masones Luis Lamas, Manuel Herrera y Obes y Florentino Castellanos.

Estaba integrada además por el Sr. Juan Miguel Martínez, presidente de la Comisión en 1856 y cuñado de Manuel Herrera y Obes.

Isidoro de María, en su folleto "El Teatro Solís - Reseña Histórica", lista los nombres de los accionistas fundadores, la quinta parte eran integrantes y referentes de la masonería oriental.

El tema más discutido fue el nombre que llevaría el teatro. Isidoro de María cita varias de las opciones: Teatro de la Concordia, del Sol, De la Armonía, De la Constancia, De Mayo, de la Libertad, de Artigas, Republicano, Montevideano y Oriental.

Fue Francisco Gómez (que ingresará en la Logia Decretos de la Providencia) el que propuso el nombre de Teatro Solís, que alude tanto a Juan Díaz de Solís como al Sol de Mayo.

En la inauguración, el 25 de agosto de 1856, hizo uso de la palabra con un discurso patriótico, entre otros, el masón Octavio Lapido.

163 años después, la Gran Logia de la Masonería del Uruguay y la Gran Logia Femenina del Uruguay, tienen el honor de inaugurar aquí una muestra que rescata la vinculación histórica y simbólica de la masonería con el Teatro Solís y que busca significar su compromiso con la cultura como máxima expresión de la creatividad humana.

Vaya nuestro agradecimiento a las autoridades de la Intendencia de Montevideo y del Teatro Solís y nuestras sinceras felicitaciones por poner al alcance de todos, una vez más, esa obra maestra que es La Flauta Mágica, con toda certeza, una ópera masónica.

Montevideo, 12 de agosto de 2019."

 

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